Se emplea anestesia local para para insensibilizar el ojo. A continuación, se coloca un sostenedor para mantener los párpados abiertos. Se emplea un láser o bisturí para abrir el tejido corneal y, finalmente, se aplica el láser. Se debe notar que, desde el momento en que se abre el tejido corneal, la visión del paciente se oscurece completamente; la visión regresa hasta terminada la intervención quirúrgica. Para la recuperación no es necesario aplicar puntos.

Una vez concluida la operación deberás cubrir tus ojos para evitar exposición directa a la luz del sol, así como evitar frotarlos. Al terminar el periodo de recuperación, que puede tomar entre 1 a 7 días, recuperarás la visión sin la necesidad de anteojos.

A pesar de esto, debes tener expectativas realistas. Con el paso de los años puede que vuelvas a necesitar lentes o algún otro procedimiento por un motivo diferente.